Esta política tiene como propósito garantizar a toda usuaria/o que los productos, servicios, recursos humanos y establecimientos de interés sanitarios en el país, se brinden aplicando las prácticas más seguras de la ciencia y la tecnología, basadas en evidencia, que aseguren el mínimo de riesgos a la salud y la vida humana. Así mismo, para lograr lo anterior, se debe incrementar en los ciudadanos el derecho y obligación a participar en el diseño de los servicios de salud y en el control de la calidad de los mismos.